jueves, 21 de enero de 2016

Anamaya - Mi cuerpo.




                               Como querer a mi cuerpo.


        Ya que mi cuerpo es la forma en que me manifiesto en este mundo, lo tengo que querer.
          
         Lo conozco? o solo me importan aquellas partes que me duelen, que me molestan, que quisiera que fueran distintas.

        De hecho, casi todos los grandes maestros de la postura y el movimiento, comenzaron por la parte que les molestaba.

       Moschee Fedenkrais, que practicaba artes marciales, y tenía un problema en una rodilla, como buen físico e ingeniero, trató de "optimizar " el sistema, o sea el funcionamiento del cuerpo, encontrando un método al que llamó " La integración funcional".

        Gerda Alexander, que cursó estudios de música, danza y rítmica, y que sufrió de graves crisis de reumatismo agudo, que reducían seriamente sus aptitudes físicas, creó su método, "la Eutonía", que buscaba una manera de vivir plena, eficaz, pero económica, para poder desarrollarse a partir de un potencial limitado.

         Como veo yo a mi cuerpo?
         Me gusta?
         Me duele?
         Me sirve o necesito que que se mueva mejor?
         Que quiero cambiar en mi cuerpo para estar yo misma conforme con él?

         Porque lo importante es justamente eso: "que yo me sienta bien con él".
         
         Me aflige como lo ven los demás?

         Porque al final de cuentas, vivo en sociedad y mi cuerpo me representa en ella.


        Bien, si algo de esto me molesta y lo quiero cambiar, tengo la
 opción de trabajar sobre él.

      En ese caso comienzo a buscar la forma de trabajar sobre mi cuerpo.

      Hay métodos para disminuir o hacer desaparecer los dolores; para modificar la estructura, la forma, la apariencia; para aumentar el rendimiento; para disminuir las tensiones.

        Todos necesitamos estar en paz con nuestro cuerpo. Es una máquina perfecta que Dios nos ha dado y que prácticamente se autoarregla (solo que a veces hay que darle una pequeña ayuda o redireccionar la energía para que vaya hacia donde nosotros queremos).